[1 de septiembre de 1882, Tacámbaro Michoacán | 26 de junio de 1944, Pátzcuaro Michoacán]
Marcos Augusto Jiménez Sotelo
Es, ni más ni menos, el autor de uno de los clásicos de la música mexicana: Adiós Mariquita linda.
Estudió en el Seminario Conciliar de Tacámbaro, y más tarde en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia.
Se formó musicalmente por su cuenta, pues no logró ser aceptado en el Conservatorio Nacional, con todo y que se trasladó a la Ciudad de México con ese exclusivo propósito. Así que no le quedó más remedio que estudiar por su cuenta. Es, pues, un autodidacta absoluto. Así es el talento.
Sin embargo, su mariquita es la única canción conocida, y en el registra de la SACM hay al menos una decena, como Acércate a tu ventana, Marcha de Carranza, La borrachera, Alborada, La despedida, Serenata azul, Mi tierra, Chiquita, El caporal, Acapulco, Ondas de plata, Morelia y Dulce recuerdo.
Su estilo se formó en la fragua de la zarzuela y la opereta, de finales del siglo xix, y permaneció fiel, hasta donde se conoce su obra, a esos principios.
Un proyecto pendiente indispensable es rescatar y grabar el resto de sus canciones. Seguramente nos llevaríamos sorpresas notables.
Trabajó en diversos puestos administrativos en Tacámbaro, durante su primera juventud. Luego fue reportero del Excelsior y de otros periódicos nacionales.
Regresó a Tacámbaro hacia el final de su vida, a recorrer los caminos de su contemporáneo Pito Pérez y José Rubén Romero.
La información biográfica de que se dispone es limitadísima. Así es de injusto el reconocimiento para algunos artistas.
