[30 de octubre de 1821, Tlalpuhaua Michoacán | 2 de noviembre de 1882, Córdoba Veracruz]
Cenobio Paniagua Vázquez
Se le considera fundador de la ópera romántica en México. Fue también un prolífico autor de música religiosa (un Requiem, y más de 70 misas). Es uno de los gigantes de la música mexicana, aunque su obra ha permanecido en los archivos, y sólo en los últimos años se ha iniciado su rescate.
Principió sus estudios musicales bajo la guía de su tío, Eusebio Vázquez, maestro de capilla de la Catedral de Morelia. Por su cercanía de Tlalpuhaua, también estudió con diversos maestros en Toluca. Ahí descubrió la música de salón y empezó sus primeros escarceos en ese territorio.
Su formación como compositor fue, sin embargo, fundamentalmente autodidacta.
Su primera ópera se estrenó en el año de 1859, titulada Catalina de Guisa, con libreto de Felice Romani, libretista a su vez, ni más ni menos, que de Vincenzo Bellini. Puede leerse en la portada su dedicatoria al general Miguel Miramón.
La obra tuvo un gran éxito, y bajo ese impulso fundó la Academia de Armonía y Composición, a la que asistieron, entre muchos otros, Melesio Morales y Miguel Meneses.
Fue profesor de Ángela Peralta.
Desde la Academia se construyó una casa productora de ópera, que presentó las recién escritas por los estudiantes. Entre ellas, la Ildegonda de Morales. Se trata de la primera empresa operística mexicana.
Condujo diversas iniciativas musicales de un grupo de mujeres liberales encabezadas por Margarita Maza.
En 1863 estrenó su segunda ópera: Pietro d’Abano, obra que celebra la derrota del ejército francés en Puebla en mayo del año anterior.